domingo, 2 de septiembre de 2007

la broca del doce


Fuimos un día a una ferretería para comprar una llave porque buscábamos una llave y pensamos que en una ferretería la encontraríamos. La dependienta nos preguntó qué tipo de llave, y de qué número. Sin duda, respondimos a la par que una Allen del doce. No sabíamos qué número necesitábamos, pero estábamos seguros que era del doce y que en la tienda nos entenderían. Que siempre se necesitaba la del doce. La dependienta nos dijo que no era lo mismo una llave Allen del doce que una broca del doce, que era muy diferente, y que no siempre se necesita la del doce. Que era una barbaridad eso que dijimos. Y que no nos podían ayudar si preguntábamos de esta manera…

Pero a nosotros nos dio lo mismo. Y nos fuimos con una broca del doce.

Entonces mi amigo me dijo que casi todos los productos técnicos llevan un número añadido al nombre. Y que puede ser que también lleven algunas letras, y que a veces, llevan las dos cosas. Y es entonces cuando a él no le gustan esos chismes, como es el caso de los teleféricos informáticos. Por esta razón mucha gente no es amiga de las nuevas tecnologías, porque los productos se diferencian con combinaciones alfa-númericas (WWii/XXii-34Kb-USB 2.0) feas de recordar. Yo, por ejemplo, les pondría nombres a las tarjetas wire-less, pero no me hacen caso. Mi amigo sí me hace caso, pero no dirige ninguna empresa informática porque no le gustan las cosas alfanúmericas.

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