viernes, 27 de febrero de 2009

soidemersol es los remedios al revés



Los bosques siguen oliendo a madera más de lo normal. Dicen los expertos que es debido a que todavía hay muchos árboles dañados por retirar. La madera huele mejor en los bosques, aparece más natural. El olor a plástico es más molesto, y normalmente se extiende menos.


Un día de estos se acabarán los pinos, como antes se acabó el sifón ese de los bares.


La madera de los pinos no sirve para mucho, porque no quema. En fin.


Pensándolo bien, no me caen tan bien los árboles. Esconden sus intenciones bajo tierra y algunos son presuntuosos. Tampoco son muy listos, porque cada verano se dejan quemar y cada invierno se dejan caer. Que les den.



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