martes, 11 de agosto de 2009

ahora en las playas siempre izan la bandera amarilla por si acaso...


La confianza da asco, la falta de confianza también, y el verano siempre se presta a que todo salga a la luz. Ahora, en las playas litorales siempre te encuentras la bandera amarilla, y eso hace que tu baño sea a la vez más incívico y más endorfínico. Porque si la administración dice que es peligroso bañarse, debe creerse la recomendación, aunque la bandera amarilla pudiera ser, tal vez, sólo un recurso perezoso del jefe de playa para tener una mañana tranquila lejos de vigilantes de la playa estresados y lejos de reclamaciones de responsabilidad...
Pero en las playas hay muchas más cosas que las olas y las banderas amarillas. Hay vendedores de coco divertidos y chiringuitos, y la gente se lleva el agua para beber. Y puedes demostrar la confianza otorgada a otra persona mediante una compleja conversación que llevará a fijar mucho más tus ideales. Y demostrar que la confianza da asco sólo si te la dan para comer, pero no si la das tú.

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