
Un chico camina por una calle y cae en un hoyo. Las paredes son demasiado empinadas como para salir. Un médico pasa por allí y el chico le grita, "¡Eh, tú! ¿Puedes ayudarme?". El médico le extiende una receta, se la tira al hoyo y se va. Entonces pasa un sacerdote y el chico le grita, "Padre, me he caído a este hoyo, ¿puede ayudarme a salir?". El sacerdote le escribe una oración en un papel, se lo lanza al hoyo y se va. Más tarde pasa un amigo. "Eh, Joe, soy yo, ¿puedes ayudarme a salir?". El amigo saltó al hoyo y nuestro chico le contestó, "¿Eres estúpido o qué? Ahora estamos atrapados los dos aquí abajo". El amigo le dijo, "Sí, pero ya he estado aquí abajo antes y conozco la forma de salir."